domingo, 27 de octubre de 2013

Canciones cursis.

Entiendo que ahora que volamos tengas miedo al golpe,
y entiendo que no me creas,
pero prometo que jamás voy a dejarte caer,
porque yo también he temblado pensando en nosotros,
como si hiciera -10 grados en pleno agosto

Pero eres más un 'sé' que un 'creo'
y así cómo voy a tener miedo.

Estoy hablando de que he dicho que
-a ti-
te haría el amor,
como si no lo fueras ya,
pero es que he dicho que te haría el amor
y yo nunca había querido suicidarme.

Estoy hablando de los besos que
-aún-
no te he dado,
como si me mordieran la boca,
de que voy al espejo para comprobarlo
y no, pero ojalá...

Ojalá echarle un pulso al pasado
y darle puerta a los tropiezos,
sólo para que dejes de pedir perdón por el daño que me has hecho
-por el que nos hemos hecho-
como si no pensaras volver.

Que yo entiendo tus huidas y venidas
-sin negar que duelen,
las acepto-

Pero cuando dices que ya está bien de ser herida,
sólo espero que nunca te conviertas en cicatriz,
tú me gritas no sé qué del masoquismo
y nos echamos a reír:

porque entendemos que detrás hay acojone,
que si dejamos las ventanas abiertas,
lo mismo nos dan ganas de volar
-como ahora, como antes, como siempre-

y que ver el muro de frente no es de valientes,
sino de idiotas,
pero no se me ocurre manera más torpe,
ni más bonita,
de bailar contigo una de esas canciones cursis,
que dicen entre líneas
que eres más un 'sé' que un 'creo'

y así, amor,
ni a ti te tengo miedo.

martes, 1 de octubre de 2013

Otro octubre cualquiera, return.

He vuelto al baño aquel dónde nos metimos mano la primera vez,
-no me malinterpretes,
pasaba por allí y pedí una copa-
estaba la misma camarera que nos vio volar cómplices,
la que nos puso el tequila de olvidar que no nos conocíamos bastante,
-no lo suficiente-
he vuelto al baño dónde nos conocimos más que nunca y..
ahora van allí a vomitar:
sorpresa.

He entendido de golpe y porrazo
que no a todos les brillan los ojos en las borracheras,
que no todos entienden de subir la falda y desabrochar el sujetador sin mover la camisa,
he vuelto al baño dónde nos hicimos grandes
y joder, qué pequeño parece sin ti.

Hoy he tenido por fin la valentía de preguntarme
si hay alguna otra persona en el mundo
-sólo una-
por la que perder las bragas, la vergüenza, los valores..
y digo que he sido valiente,
porque me he contestado con la verdad:
y no.

Pero supongo que sólo es un baño,
que ha visto otras espaldas dolerse igual con el toallero
y cambiar de pared,
supongo que ha visto a muchas como yo
caer en lo más alto,
pero joder, ninguno como tú.

He sido incapaz de recordar si te he olvidado
-o nos he olvidado-
y he llegado a la conclusión de que
-si algún día yo o tú-
el espejo en el que vi correrse a tu sonrisa,

nunca sería capaz.