martes, 20 de noviembre de 2012

A o B.


Levanto mi persiana y la luna se encuentra en su punto más alto.
Parece que llevo una eternidad sin ti, pero sólo han pasado 10 minutos de nuestra despedida.
Yo y un folio, nada más en esta habitación que me sirve de trinchera para no ver la realidad.
Pero llegados a este punto, me pregunto: ¿qué es real y qué no?
Pensaba que mi cabeza estaba destinada a mirar por mi lado y nada más, 
pero me he dado cuenta de que no; mis ojos han visto algo que no esperaban,
una sonrisa que sería capaz de llevar al delirio a miles de personas y yo fui víctima de ella.

Sí, estoy enamorado.

Hoy pongo mis sentimientos en este papel que me ayuda a liberar mis pensamientos.
Del pasado lo único bueno que recuerdo es el momento en que la conocí y del futuro...
Que más da el futuro cuando nos queda un gran presente por delante, 
un presente de abrazos, esos y derivados;
es nuestro momento.

¿Distancia? Relativa, 
porque nos separan en cuerpo pero todo lo que siento por ti espero que te llegue por una hoja,
si en una hoja, elevada por los vientos Alisios hasta tu solitaria ventana y poder ver tu sonrisa.

No he conocido muerte más dulce, morir de amor.




La rabia apretada entre los dientes, joder me va a estallar la cabeza,
aligero el paso, otra vuelta al reloj: 'jodidamente tarde, por no variar'
como si importara cuando nadie te espera, me digo...
tarde para qué, tarde para quién.

Cierro las puños y me clavo las uñas sin intención,
-sigue caminando, no lo pienses, sigue caminando-
y ahí está, otro idiota que sonríe sin motivos,
'no soy simpática, joder' quiero gritarle,
voy que no me calienta ni el sol.

Tal vez si cierro los ojos, si respiro,
mejor ajustar los cascos, subir la música,
antes romperme los tímpanos que escucharme,
no quiero volver a oír un 'ojalá',
ni pensar en un 'quizás'
duele confiar...cállate, imbécil.

El 'tarde para quién' convulsiona,
partió el pecho en callando...
huele a roto, recuerdo,
y me da por reír,
histéricamente,  de esa forma estúpida,
de darte cuenta de lo idiota que has sido.

Y te fumas el buen rollo mañanero,
sube el día y bajan tus ganas de seguir,
pero pones cara de pócker:
que no se note que has llorado.

Aún recuerdo cuando éramos niños,
libres y felices en la ignorancia,
a lo que hemos llegado...

Voy a liarme los poemas que te he escrito,
sobredosis de tinta...
la última puñalada la da el odio,
no he conocido muerte más fría,
morir de decepción.


Pero puedes elegir, dicen...es cuestión de perspectiva,
vivir o morir, reír o llorar, gritar o callar...A o B.
Son tus decisiones las que marcan el camino,
di ¿dónde quieres estar?



-Primera parte de Pablo Hernández (http://luzalfiinaldeltunel.blogspot.com.es/), amigo, feliz y gran persona, de esos de abrazos cuando los necesitas y mil risas por segundo. Y después de dos años, aquí está: gracias, un placer.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Madrugadas sin ti.


No me voy a callar.
Ni a pregonar ‘sigue mi ritmo’ como ultimátum,
No voy a perseguir al tiempo
Si he aprendido a disfrutarlo
Vivir a contrarreloj pierde el punto cuando es sintigo.

Canto muy mal, bailo peor, y digo palabrotas,
Soy más imperfecta que el ‘imp’
Y no es la precisión mi fuerte.
No me hago entender ni me dejo
Pero si me haces reír joder
No voy a callarme

Aunque no nos conocemos.

No tenemos ni puta idea de mí, ni zorra de ti.
Y por descubrirnos vamos a contracorriente, buscando el límite,
Con ganas de poder aguantaros y miedo al fracaso,
A un paso del desborde,
Te reto a aguantar más siguiendo aquí,
Me retas a irme, indiferente.

Y, otras veces, como que despiertas,
Como que te niegas a que me vaya
Aunque no digas claro el stop…
Porque me he ido, sabes,
Me he ido tantas veces
Que el camino de vuelta se hace a mis huellas
y me desafía burlón
a que le reconozca que pierdo la vida
por un beso que no me pertenece,
ironiza mis desgracias,
se disfraza de acogedor
y dice: adelante, vuelve, todos lo sabíamos…
me he ido, y me pierdo un poco cuando retorno
PER TE.

Mas compensa respirar tu viento,
Vivir tus miedos
Y escaparme en los resquicios de tus ruinas
A ver si consigo salvarte –suelo soñar
Ojalá me salves, sigo perdida.

Ya no apuesto nada, hice all in a tu mirada, y lo mantengo.

Anuncio.


Apadrine un poeta.

No son pocas las veces que he pensado en eso de mantener un alma libre. Llegar a casa y que alguien me diga eso de la infinidad de mis piernas, de la profundidad de mis ojos...que esté ausente pero escriba. Exprimirle mis sonrisas, que le dé sentido a la vida. Apadrine un poeta. Qué carajo…no se puede adoctrinar al buen poeta. Vuelve a casa cuando le place, tan borracho como apetece  y escribe si la copa llevaba musa.  Y entonces, casi siempre he pensado que no se puede mantener a un poeta, que hay que putearle.

Se busca poeta, alma libre, que no quiera que le encuentren, remuneración de mierda, un poeta que las pase tan putas para vivir que tenga en qué cagarse al llegar a fin de mes y lo escriba, se busca bohemio desengañado y roto, que siga creyendo en el amor. Se busca romántico, trasnochado, borracho, se busca. Y a quien lo encuentre…que no lo deje ir.

Apadrinar a un poeta…debería consistir en proporcionarle un poco de alcohol cada día, y buen sexo semanal. O en no ofrecerle nada y dárselo todo en un juego sin reglas.