jueves, 27 de diciembre de 2012

martes, 20 de noviembre de 2012

A o B.


Levanto mi persiana y la luna se encuentra en su punto más alto.
Parece que llevo una eternidad sin ti, pero sólo han pasado 10 minutos de nuestra despedida.
Yo y un folio, nada más en esta habitación que me sirve de trinchera para no ver la realidad.
Pero llegados a este punto, me pregunto: ¿qué es real y qué no?
Pensaba que mi cabeza estaba destinada a mirar por mi lado y nada más, 
pero me he dado cuenta de que no; mis ojos han visto algo que no esperaban,
una sonrisa que sería capaz de llevar al delirio a miles de personas y yo fui víctima de ella.

Sí, estoy enamorado.

Hoy pongo mis sentimientos en este papel que me ayuda a liberar mis pensamientos.
Del pasado lo único bueno que recuerdo es el momento en que la conocí y del futuro...
Que más da el futuro cuando nos queda un gran presente por delante, 
un presente de abrazos, esos y derivados;
es nuestro momento.

¿Distancia? Relativa, 
porque nos separan en cuerpo pero todo lo que siento por ti espero que te llegue por una hoja,
si en una hoja, elevada por los vientos Alisios hasta tu solitaria ventana y poder ver tu sonrisa.

No he conocido muerte más dulce, morir de amor.




La rabia apretada entre los dientes, joder me va a estallar la cabeza,
aligero el paso, otra vuelta al reloj: 'jodidamente tarde, por no variar'
como si importara cuando nadie te espera, me digo...
tarde para qué, tarde para quién.

Cierro las puños y me clavo las uñas sin intención,
-sigue caminando, no lo pienses, sigue caminando-
y ahí está, otro idiota que sonríe sin motivos,
'no soy simpática, joder' quiero gritarle,
voy que no me calienta ni el sol.

Tal vez si cierro los ojos, si respiro,
mejor ajustar los cascos, subir la música,
antes romperme los tímpanos que escucharme,
no quiero volver a oír un 'ojalá',
ni pensar en un 'quizás'
duele confiar...cállate, imbécil.

El 'tarde para quién' convulsiona,
partió el pecho en callando...
huele a roto, recuerdo,
y me da por reír,
histéricamente,  de esa forma estúpida,
de darte cuenta de lo idiota que has sido.

Y te fumas el buen rollo mañanero,
sube el día y bajan tus ganas de seguir,
pero pones cara de pócker:
que no se note que has llorado.

Aún recuerdo cuando éramos niños,
libres y felices en la ignorancia,
a lo que hemos llegado...

Voy a liarme los poemas que te he escrito,
sobredosis de tinta...
la última puñalada la da el odio,
no he conocido muerte más fría,
morir de decepción.


Pero puedes elegir, dicen...es cuestión de perspectiva,
vivir o morir, reír o llorar, gritar o callar...A o B.
Son tus decisiones las que marcan el camino,
di ¿dónde quieres estar?



-Primera parte de Pablo Hernández (http://luzalfiinaldeltunel.blogspot.com.es/), amigo, feliz y gran persona, de esos de abrazos cuando los necesitas y mil risas por segundo. Y después de dos años, aquí está: gracias, un placer.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Madrugadas sin ti.


No me voy a callar.
Ni a pregonar ‘sigue mi ritmo’ como ultimátum,
No voy a perseguir al tiempo
Si he aprendido a disfrutarlo
Vivir a contrarreloj pierde el punto cuando es sintigo.

Canto muy mal, bailo peor, y digo palabrotas,
Soy más imperfecta que el ‘imp’
Y no es la precisión mi fuerte.
No me hago entender ni me dejo
Pero si me haces reír joder
No voy a callarme

Aunque no nos conocemos.

No tenemos ni puta idea de mí, ni zorra de ti.
Y por descubrirnos vamos a contracorriente, buscando el límite,
Con ganas de poder aguantaros y miedo al fracaso,
A un paso del desborde,
Te reto a aguantar más siguiendo aquí,
Me retas a irme, indiferente.

Y, otras veces, como que despiertas,
Como que te niegas a que me vaya
Aunque no digas claro el stop…
Porque me he ido, sabes,
Me he ido tantas veces
Que el camino de vuelta se hace a mis huellas
y me desafía burlón
a que le reconozca que pierdo la vida
por un beso que no me pertenece,
ironiza mis desgracias,
se disfraza de acogedor
y dice: adelante, vuelve, todos lo sabíamos…
me he ido, y me pierdo un poco cuando retorno
PER TE.

Mas compensa respirar tu viento,
Vivir tus miedos
Y escaparme en los resquicios de tus ruinas
A ver si consigo salvarte –suelo soñar
Ojalá me salves, sigo perdida.

Ya no apuesto nada, hice all in a tu mirada, y lo mantengo.

Anuncio.


Apadrine un poeta.

No son pocas las veces que he pensado en eso de mantener un alma libre. Llegar a casa y que alguien me diga eso de la infinidad de mis piernas, de la profundidad de mis ojos...que esté ausente pero escriba. Exprimirle mis sonrisas, que le dé sentido a la vida. Apadrine un poeta. Qué carajo…no se puede adoctrinar al buen poeta. Vuelve a casa cuando le place, tan borracho como apetece  y escribe si la copa llevaba musa.  Y entonces, casi siempre he pensado que no se puede mantener a un poeta, que hay que putearle.

Se busca poeta, alma libre, que no quiera que le encuentren, remuneración de mierda, un poeta que las pase tan putas para vivir que tenga en qué cagarse al llegar a fin de mes y lo escriba, se busca bohemio desengañado y roto, que siga creyendo en el amor. Se busca romántico, trasnochado, borracho, se busca. Y a quien lo encuentre…que no lo deje ir.

Apadrinar a un poeta…debería consistir en proporcionarle un poco de alcohol cada día, y buen sexo semanal. O en no ofrecerle nada y dárselo todo en un juego sin reglas.

sábado, 13 de octubre de 2012

Beautiful liar.

Yo también he perdido el culo por una sonrisa peligrosa,
he cerrados los ojos y he pensado 'vaya mierda, sin ti'
te usé para describir a mi hombre ideal,
-qué coño- y ni me di cuenta...
yo también te he escrito con rabia y sin amor propio.

Me has jodido (pero no lo admito), vamos.

Pero se supera -ya no te hablo a ti, sino a ellas.

Te levantas un día y comprendes que no va a cambiar,
que su forma de agachar la cabeza y subir la mirada,
sus andares de pato y sus mil maneras de besar-te
no son nada del otro mundo, aunque te parezcan irresistibles.

Comprendes que no le vas a olvidar,
¿que has dado demasiado?
No, que te has traicionado en demasía.

Lo único que superas es la úlcera, sólo recuperas los nervios y lo demás...que sirva para aprender.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Equilátero.

He vuelto al boli y papel,
a los domingos sin ti,
a sonreírte sin verte,
y lo que es peor,
a llevar la lengua azul aún sin haberte bebido.

He vuelto a perderme
-por tercera vez-
y a decir PASO DE VOLVER
pero caer.

He vuelto a mirarte y no conocerte,
a reírme de tus chistes por pura inercia:
a escribirte a ti, diciéndome a mí
que le escribía a él -yunamierda.

Pero he aprendido.

He aprendido que pueden dolerme las caderas
aunque no estés,
que no todos los morados llevan tu nombre,
que, el papel, se moja
y que todo se va al carajo.

He aprendido a tener miedo
si se apagan las farolas antes de llegar a casa
y que de las tres veces que te equivoqué...ninguna existías.

Has sido uno, el otro u otro más:
primero sexo,
luego cariño
o tal vez ese que tiene un no sé qué que qué sé yo...
pero no eras tú.

He aprendido que a quien hice,
a quien echo de menos,
no existe.
-y que sus partes no son tan importantes.

Pero, aún así, les escribo a a las seis de la mañana,
más ebria que cuerda y sin desmaquillar.

domingo, 26 de agosto de 2012

Simpleplan.

Guardo algo para ti en una bolsita roja, pero sólo te lo daré cuando me vaya. Funciona así:

-Sonrío. Digo 'no lo abras hasta que llegues a casa, dentro de cuatro años me lo devuelves'. No aguantas y en cuanto me doy la vuelta miras qué hay. Puede que te sorprenda, en el mejor de los casos quizá hasta te acuerdes de la primera vez que lo viste. Mierda, no te quiero dar pistas. Me voy. A veces, sin querer, tropiezas con la jodida bolsita roja por tu cuarto. Me recordarás, me odiarás un poco. Mirarás a la de turno y dirás  'no es ella'. Antes del fin de un chasquido de dedos, estaré de vuelta. Cuando te des cuenta ya no lo tendrás (mas me tendrás) y estaremos en medio de la nada, a donde vamos 'cuando estemos juntos'. 

O al menos, esa es la idea...

Por ahora, la llevo en el bolso, con una mezcla de 'quizá no lo recuerde' y 'me va a recordar por cojones'.
No tengo miedo a nada, aunque no me creas.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Per te

Hace tiempo que voy a deshora, corro en contra del reloj.
-Joder, que se pare-
Demasiado tarde descubrí que no hay freno que ponerle.
-Pero que se pare, joder-

Soy totalmente incapaz de aceptarlo,
a veces pienso que si dijera lo que pienso
me mirarías como a una loca, dirías:
¡eh, échale freno! y te reirías.

Entonces callo, mato a mis demonios con un 'es lo que hay' y me maquillo de indiferencia.
Sin embargo, hay un milisegundo por latido en el que creo que el mundo -llamemos mundo a lo nuestro- tiene solución, un stop del riego sanguíneo a mi lógica que hace que con esperanza infundada piense:
¡TODO ES POSIBLE SI HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ!
Pero mando a la mierda con billete sólo ida a mi sinrazón, ¿es que acaso no he sido siempre demasiado fría?
No puedo pedirle a mis manos que detengan la rotación, ni la traslación...es lo que hay -me digo.
Y de nunca para ahora es que me empieza a importar lo que pasa a mi alrededor. Siempre tan oportuna.
Me digo que seré capaz -per te- de lo imposible, totalmente impasible...
y, aunque duela: mentira.

lunes, 6 de agosto de 2012

4uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

No me he ido -digo por si alguien me echa de menos.

Es que, chiquitos, entre el papeleo de la universidad que es un agobio (¿os he dicho que ya soy universitaria? ¡Cómo molo eh!)  y el verano que me hipnotiza ... pues me he desvinculado de mi cibervida

PERO VOLVERÉ PRONTO (y más fueeeeeeeeeeeeeeeeeeerte que nunca)

Kisses little people <3

jueves, 26 de julio de 2012

lunes, 4 de junio de 2012

POETAS DE CUERO

-Seguro que habéis oído hablar de esos bares donde van los poetas, dicen que ahí habitan las musas. Suelen estar escondidos en alguna ciudad con carisma, de esas que presumen de culturales. A veces, son restauraciones de algún cuchitril antiguo, otras, se jactan de haber sido la casa de no sé cuál intelectual. Apuesto a que habéis estado en alguno. Locales agradables recubiertos de madera, con fotos de los artistas que hayan pasado por allí colgadas en marcos dispares. Retratos que son sólo muestra del hipócrita amor por las letras de un dueño borrego y simpático que conoce por su nombre a todo el que cruza la puerta.

A primera vista, parece un bonito y acogedor pub de pueblo, pero después de las 11, justo cuando empiezan a servir alcohol, se transforma en un punto de encuentro, un hervidero de bohemios. Se juntan, por ejemplo, el segundo martes de cada mes, y charlan banalidades que consideran casi profundas, hasta bien entrada la noche o hasta bien entrada la botella. El resto de los días, se sientan en mesas apartadas con sus libretitas forradas en cuero y algún algo, que no tiene por qué ser tabaco, encendido. Mientras, al que les pregunta, le dicen “Mis mejores versos los escribí en este café” y aseguran que no entienden cómo ni por qué pero que allí está la inspiración, entre humo y a media luz.

Mis mejores versos los escribí en este café…y eso de la inspiración. 

Juro por la sacratísima poesía que no les entiendo. Hablan de las musas como prostituyéndolas y ellas hasta están orgullosas.

Van como dioses de la retórica con sus frases para el recuerdo que, algunas otras divinidades sentadas en la misma mesa muchos años después, escribirán en sus biografías post mortem. Y luego está esto, la costumbre del micro abierto: te dejan subir a una pequeña tarima al fondo del local, para que leas lo que tú escribes. Cómo pueden ser tan cínicos.

No sé si os lo he dicho, pero odio a los poetas de bar, a los buenos poetas. Esos que, sin quererlo, ponen en evidencia al mediocre con sus versos de agenda.

Sí, nada de bonitas libretas con forros artísticos. Es en mi agenda dónde están las claves de la mediocridad. Allí escribí anodinos versos de esos que se quedaron en un par de palabras sueltas y perdidas por no encontrar buenos compañeros, no sé si me explico. Quiero decir que a veces escribí cosas como “Hoy es un día de esos, de remendar el alma con jirones de otras vidas, / de no saber quién eres: día de rasgar la capa y hacer el sayo” o “Soy de esa gente alegremente obstinada, y olvidada –sin remedio- en la rutina: me levanto, voy, vengo y me acuesto; nada más”, hasta llegué a decir: “Y yo que no sé escribir poesía, / a la poesía le escribo” justificándome con eso del verso libre, cuando en realidad, todo lo que quería era ser un puñetero poeta de bar, un poeta borracho. Un poeta perdido entre las líneas de su propio arte cualquier viernes a las tres de la mañana, o, simplemente, poder ondear como bandera la bohemia.

¿Sabéis lo que os digo no? Vamos, que lo mío no es arte, sólo amor a él.

Y como todo gran mediocre, salté entre narración y poesía, con eso del “no he definido mi estilo”, cuando la verdad era que no tenía nada que ofrecer. Como todo escritor insignificante, hice lo que tenía que hacer: el muy agradable esfuerzo de vivir entre poetas de bar mientras descubría que sólo hay un poeta mejor que el de bar, el poeta que lo es sin saberlo.

Y no lo entendí hasta bastante después de haber gastado mucho tiempo leyendo cosas tan absurdas y mediocres como las que yo escribo. 

Una mañana de sábado, o una tarde de miércoles, descubrí, casi por casualidad, que mi madre tenía una de esas libretitas forradas en cuero con sus iniciales grabadas. Otra mañana de lunes, o noche de jueves, encontré en una gaveta un papel algo arrugado que olía a arte y rezaba una oda al café que hasta al menos amante del oro colombiano hubiera hecho estremecerse. Era poesía de bar, me dije, y fui tan incondicional de sus versos callados como lo es cualquier adicto de su copa. 

Espero que no me descubra, pero yo también quiero una libretita de cuero, aunque nunca me atreva a escribir en ella porque están vedadas a los mediocres. ¿Sabéis? Me gustaría tener uno de esos cuadernos, para mirarlo y decir “yo podía haber sido” o quizá, para no perder la esperanza que tengo puesta en algún futuro de madurez, sobre todo, literaria. ¿Sabéis? No les odio, les envidio. Y esta noche, me gustaría pensar que ha sido un placer hablaros y que me escuchéis aunque la realidad sea otra. Gracias por vuestro tiempo y quizá vuelva algún día y quizá sea mejor. Buenas noches.

Eso dije. Vamos, que me acerqué a la tarima en noche de micro abierto y les puse como un chanco, pero nadie me interrumpió. Yo estaba pensando que además de abucheos podría haberme llevado una cachetada de la camarera, que desde la barra desorbitaba los ojos con cada una de mis sílabas, pero no fue así. 

-La casa invita.

Tres piedras de hielo salpicaron de ron la barra, y bebí de un trago. Mientras, me ofrecía un cigarrillo al que no me supe negar, a pesar de no tener por hábito el tabaco.

-Siéntate en la mesa del fondo y ya serás totalmente el poeta que tanto odias.
-Excepto por los buenos versos –le dije.

Y en una servilleta escribí:
“Aunque hablábamos de vez en cuando, fue la segunda vez que se dirigió a mí aquella noche cuando de verdad escuché su voz. Tenía un tono de esos que desgarran. Uno de esos que aunque digan alegría, sabe a tristeza, a cristales pisados, a ceniza. Y su voz combina con sus ojos negros, abismo en el que más de una vez quise perderme. Fue la segunda vez que habló aquella noche cuando, casi por necesidad, me atreví a besarla.”

Pero taché las cuatro últimas palabras porque me sabía incapaz.

-Buenas noches –fue todo lo que la valentía que me quedaba aquel día me permitió decirle cuando me di cuenta de que el cigarrillo que fumaba se había acabado.

Y ella, que estaba acostumbrada a rescatar grandes versos de entre lo que sus clientes tiraban, había sido más rápida, antes de que yo pudiera impedirlo, tenía entre las manos la servilleta. Sus ojos traviesos tratando de descifrar mi mala caligrafía y sus labios esbozando una sonrisa fugaz justo antes de acercarse y dejar que la besara, son mi mejor recuerdo hasta el día de hoy.

lunes, 23 de abril de 2012

Buenas...intenciones.

Queríamos ser...de esas parejas de foto, con fondos de película y camisas a cuadros, queríamos enamorarnos por casualidad. Yo, en lo idílico, te tiraba puntas inocentes, esperando que no las notaras, tú, casi indiferente, te alejabas de la cámara.
Pero queríamos ser.

Yo, grité algunas noches tu nombre, sólo porque sabía que no ibas a oírme. De ti muchas veces no supe nada. Aunque seguro que queríamos ser. Y nos disfrazamos tantas veces de perfectos, que hasta yo me lo creí. Queríamos ser la envidia del que alguna vez pensó que los libros con final feliz eran mentira escribiendo el nuestro, con mis palabras y tus gestos. Ir despacio, y engañar al destino. Despistar al fracaso en cada curva, ser inmunes a toda esa maraña del mundo exterior.
Queríamos ser, y hacer, algo bueno después de las dos. Aunque parezca imposible.

Yo, quería amanecer noches salteadas en tu cama.
Tú, te resistías a dejarme entrar.
Y, por tratar de ser lo que no somos, no fuimos lo que queríamos ser.
Queríamos ser, los que sonríen al final de las canciones tristes con esa seguridad estúpida del saber que 'no nos va a pasar'. Eso queríamos ser.

Yo sólo pensaba en eclipsarte un poquito a golpe de sonrisas, escribirte en un diario que no llevo, leerte cartas que jamás pasé a limpio, y en ser lo primero que quisieras ver al abrir los ojos, caerme en el abismo de tu mirada y no salir jamás.
Tú apretaste los párpados para olvidarme.

Y no fuimos, porque no estábamos siendo, porque no queríamos ser nada más que en apariencia.


domingo, 15 de abril de 2012

Rainbow.

Si te improviso,
te escribo en rima de verso libre
y cuando te intento explicar:
tachones y mala letra.

Pero que conste que lo he intentado,
que he dicho tantas veces 'eres'
como he dejado sin punto los 'increíble'
a no ser que sean suspensivos.

Y que me repatea el admitir
que es imposible describirte
aunque de escribirte sé bastante.

Que te conozco en muchas de tus facetas
y a pesar de eso no he decidido
si te prefiero en alguna
mientras espero por las otras.

Que por las noches, 
y por las mañanas,
y todas esas veces de madrugada,
acaban diciendo que hemos hablado 25 horas al día
incluso 9 días a la semana.

Que he dejado de leer novela negra -o rosa-
desde que te leo a ti,
porque la vida rima
y tiene más sentido.

Y que tampoco sé
si hay un lado de la cama
o la cama está de lado
-pero hacia la puerta-

Y que, a veces,
todos mis planes o ratos libres
acaban con:
'lo que sea, pero with you'

Y esperarnos,
como arcoiris después de tormenta,
sin prisa, ni impaciencia,
pero con necesidad...

Y que, que los eclipses
y horas sin luz
me los ilumines tú,
tiene su gracia.

Y no te pongo límites,
porque sabes dónde están,
y no te escribo FIN
mientras el mundo no se acabe.

sábado, 14 de abril de 2012

Badnight.


Antes, había versos sin dueño,
quizá no muy buenos,
pero los había,
quizá también
un par de te quieros vacíos,
antes, mucho antes,
tenía por himno
el orgullo que hoy mandé al carajo,
antes, antes de ti.
Mucho antes
si quiera de imaginarte,
antes de ti...
en realidad, no había nada.
Y me voy,
y queda el futuro,
que sigue oscuro,
si no me enciendes la luz.
-como antes-

miércoles, 11 de abril de 2012

A TI.

La histeria energética de las mañanas
y el espejo empañado por tus ganas,
las sonrisas claras
a juego con el rosa de la pared,
con el ronroneo de recién levantarnos,
y el optimismo del día, por bandera.

¡y qué más! si contigo...

Perder el tiempo pensándote
-aún si te tengo delante-
creer que verte es arte
-digan los críticos lo que quieran-
saber que, si no pierdo mi vida contigo,
la pierdo por ti
y sólo decir 'anda, sal, que quiero bañarme'.

Y apurarnos, y salir, y mirarte, y despedirnos...

Y, cuando te vas, volver la cabeza
para recordarme que no me atrevo a olvidarte,
que, lo mejor, es este momento,
de cerrar los ojos y verte,
que, lo mejor, es este ruido loco
del silencio cómplice,
las máximas libres que le gritamos al viento
y las noches de sonrisas y confesiones ciegos de alcohol,
que, lo mejor, está por llegar...

Después, ya situada en la realidad de tus adioses,
vuelvo a escribirte en mi agenda,
a callarme cuando sé que:
'no es mi turno',
y a esperarlo con ansia,
a derramarme en ti
cuando me regalas un segundo...

y aunque a mi letra de médico ya le aburres,
mis manos te echan de menos
y te siguen escribiendo.

sábado, 7 de abril de 2012

Feeling.


Te he contado con los dedos de una mano
y me han sobrado,
he recordado tus noches en veinte segundos
y con todos los detalles,
he pensado en cada palabra,
gesto,
mirada,
momento,
y he comprendido que nada, de veras N A D A,
tenía significado.

He perdido los zapatos
-o tal vez los pantalones-
por correr tras de ti tantas veces...
y aunque a veces parecía llanura
y otras iba sobre ruedas,
siempre llevé cuesta arriba mi propio fracaso.

Te he mirado, por ver si me veías,
te he oído gritar que no te estoy,
y he evitado el escucharte,
pues, siempre esperé que fuera broma,
en serio, no te contesto,
pero es que tampoco puedo ignorarte.


Y puede que vaya a volverme loca poco a poco,
o es probable que ya lo esté,
y que la culpa sea mía
por no poner resistencia....

He tardado tanto tiempo en darme cuenta
de que los perfiles indiferentes son sólo eso,
que las miradas inescrutables carecen de patrón
y que tú...realmente, a ti, ya no te conozco.

viernes, 6 de abril de 2012

'que un mal trago lo tiene cualquiera'


Los dolores de espalda mañaneros
y las confesiones silenciosas a la pared...
tus golpes a mi ego después de las dos,
y todas las veces que he intentado no oírte
cuando me gritas: 'no te veo'...
mis estúpidos intentos de romper el mito
y que pasase algo bueno a las tres.
Todo en saco roto.
Cuando no puede ir peor, aparece Murphy,
y hasta el pacifista me da de tortas...

sábado, 31 de marzo de 2012

Descripción financiera.

Aumenté demasiado la prima de riesgo,
y me quedé en números rojos
por invertir en tus empresas fantasmas.
Y aunque no recuerdo haberte querido,
así lo dicen mis libros de contabilidad,
y ellos sí que nunca mienten.
Supe tarde de mi mala gestión,
y con el primer extracto de cuenta
me declaré en suspensión de pagos.
Y puede que nos hubiese salvado
a golpe de hipotecarme,
pero preferí no acumular facturas

jueves, 29 de marzo de 2012

Ráfagas de odio.

Te voy a perder,
por el miedo a encontrarte,
te voy a morder las ganas,
por salvarme:
te las voy a hacer jirones.


Voy a acabar con cada parte 
como tú lo has hecho conmigo,
voy a recoger todos tus pedazos
y los voy a quemar.


Sucio corazón.
QUE NO QUIERO VERTE.


Fui tan feliz mientras eras una piedra...


Me haces trampa,
es imposible ganarte,
yo no te pedí nada
y ahora me rompo...


vete, no quiero que vuelvas.
Es la segunda vez que lo digo,
y no pienso repetirlo.


Te voy a devolver los golpes:
en cuanto me levante...


que aún me dueles, corazón,
aún me dueles.


Y aunque agradezco tus intentos
de arreglarme con apósitos,
paracetamol y betadine,
lo mío es degenerativo
y ambos lo sabemos...


aún me dueles, corazón,
¡que aún me dueles!


Es extraño: cuanto más fuerte es la cura,
más débil me siento,
y me dueles.

domingo, 18 de marzo de 2012

Noches sin-

Hace ya un par de noches,
que amenaza mi cama,
me dice que no voy a descansar,
-y es de las que lo cumple-
hace ya un par de vidas,
que le ha dado por extrañarte,
y susurrarme cuando me acuesto
que echa de menos tus caderas,
aunque yo no te recuerdo.
Me obliga, la muy osada,
a ver esa marca en la pared,
y me repite con ganas,
que no duermo igual sinoestastú
y mi cabeza, que se niega,
otra que está empecinada,
que dice que te ha olvidado
y nunca olvida casi nada.
Y yo, aquí en medio,
sufro el acoso de ambas,
pero no me excuso,
me he perdido con ganas
y aunque algo tarde,
aprendo que tus sustitutos
-o al menos los que he encontrado-
siguen sin tener tus ojos.

domingo, 11 de marzo de 2012

in'LOVE, out'WORLD

Y -cambiando de situación
espacio-temporal-
ahora, que ya no estás....
Sigo sin saber qué ser,
-o hacer-
estoy abandonando mis manías,
casi que quiero rehabilitarme:
desde que te fuiste,
-no porque te fuiste-
y todo se ha vuelto un poco más sano;
pero no me importa (¡vuelve!)
Le estoy dando barniz al corazón,
como cuando te pintas las uñas
para que no terminen de partirse
y casi funciona.
Me estoy perdiendo sin ti.
Acabé por detestar
eso de diseccionar corazones,
que, aunque sean de cerdo
-metafórica y literalmente-
a las mujeres nos gusta.
Y puede que aún no sepas,
aunque intento que entiendas
-y mira que lo repito-
que eso de no morderme las uñas,
es un gran paso.

Tejelover.

A veces me parece increíble
lo increíblemente fácil que es
hablar de amor contigo.
Puedo decir las cosas tal cual
-tal cual creo que son,
que no como son-
porque en nuestra ignorancia, me pierdo.
Y me gusta que te pierdas conmigo.
Acabamos divagando durante días
cuestionándonos la vida,
en vez de vivir-la.
Me parece adorable sonreír
sólo porque tú me lo pidas;
pero lo es más aún
el que lo hagas.
Amo el odiar divagar
o simplemente el odio,
por eso sigo divagando,
por seguir odiando,
por amar algo.
Y me gusta, y punto.
Creo, solemnemente,
-y no lo juro porque no juro-
que te quiero porque me explicas;
con esa inocencia de tu saber menos que yo, pero más,
todo lo que no sé y que tú tampoco sabes.
Me parece increíble
lo increíblemente fácil que es
pensar que el amor existe
del color que tú lo pintas.

sábado, 3 de marzo de 2012

A ella.

Paso por adorar,
segundo a segundo,
-86400 veces al día,
que hasta cuando duermo-
las caras de enfado
a empate con las sonrisas.
Empiezo por buscar
-y yo sé que siempre encuentro-
esa impertinencia de ojos azules,
que, un poco antes de discutir,
ya está perdonada.
Y me enamoro,
-en serio que menamoro-
de esas maneras que tiene,
ese no pasar de todo:
¡PERO CASI!
Repito que MENAMORO,
de sus sonrisas con arte,
de su mirarte y no verte,
de su tescucho y no teoigo...
y lo hago cada segundo.
Y que quien no tuvo una hermana pequeña,
quien no la hizo rabiar por el placer de reconciliarse,
se ha perdido mucho...
es algo que sé desde hace 10 años, 7 meses y 26 días.

sábado, 25 de febrero de 2012

-Sinmiedos.

Que en las carreteras vacías,
me atropello con tus ganas
y me ciego en las sonrisas
para negar que, en todos mis aciertos, cabe el mayor error:
abandonarte por difícil y tender a lo sencillo.

Y de plano, golpe pleno:
NADA ES IRREVERSIBLE.
(Para cambiar las goriladas, y volver a actuar con cerebro)

¡Que arda Pompeya!
Y tú con ella...pero conmigo.
Que le echemos un par
con toque simple,
dejarnos de palabras raras
y silabear -sinmiedos :
QUE-TE-QUI-E-RO
o repetirlo rápido y bajito...
quetequiero.

Pero al menos decirlo.

Y, aunque sea aburrido,
pasearnos con la mirada:
-quechodemenos tus arribabajos-
aunque los odie.

Esa manera tan, tan,
de decir que te, que te..
y acabarlo con L entre paréntesis.

Que me levantes la ceja,
que menfades,
y esta vez, consin besos,
-que es lo de menos-
pero sin silencios.

Hacer las cosas bien,
con esa alegoría pasional
de no querer decir, pero querer
eso de tenerte
y que el corazón,
-motor y freno-
vaya a más de mil
cuando dices: ¡¡quemetienes!!
Y casi, casi, me lo creo.

Encontrarle trescientos significados a eso del sol,
a eso del fuego y a 'lo demás'
y que todos, o al menos la mayoría,
acaben con tu nombre...

miércoles, 15 de febrero de 2012

When he smiles.

Perder la paciencia -y el arte-
con cada punto y aparte;
y, en un segundo,
olvidar el rumbo:
de una vez y para siempre.
Pensar que la suerte
-la buena, evidentemente-
no es más que un as en la manga,
y, aunque toque,
ALL IN es peligro.
Y levantarte de la cama,
con ese STOP matutino,
desidia, desdén:
paso de aprovechar el día...
Pero recordar que tienes
razones -más que motivos-
para encender el dispositivo
y con el motor ya en marcha:
meter primera y adelante.
Apagar los sentimientos;
porque el amor es bonito,
pero el dolor duele.
Hacerlo todo ¡Y RÁPIDO!
-que llegamos tarde-
es rutina.
Cada mañana, antes de salir,
hay que estar preparados:
mirar afuera y descubrir
(redescubrir) cada día
que sólo hay dos
-no más que dos-
clases de personas:
Los que se comen el mundo
y los que se dejan comer.
¿Lo peor?
A veces,
sólo tienes un segundo para decidir cuál ser;
y lo pierdes en un despiste.
(Y te lo digo, un poco antes de gritar: ¡QUE ME VOY A COMER EL MUNDO POR TU SONRISA, Y ME IMPORTA MENOS QUE NADA QUIÉN SE PONGA DELANTE! para que no te pille por sorpresa)

martes, 7 de febrero de 2012

#14+

Era alto, chulo, chulo y alto, o quizá que yo me sentía pequeña.
No sé, pero era un puto borracho y sabía mi nombre.
De verdad no lo entiendo.
Pero me lo dijo;
repitió mi nombre con su sucia voz de borracho,
melosa, por la caña de azúcar,
y borracha por el ron.
Sólo lo dijo una vez y, menos mal, porque estuve a punto de enamorarme de él.

sábado, 4 de febrero de 2012

Arrebato de valentía.

-No me puedo creer que haya pasado tanto tiempo: las 11:11.

Adoro los capicúas -las horas dobles- tengo una superstición algo excéntrica y macabra pero muy personal con las 7:12 de la mañana... los duodécimos días de cada mes, si son jueves, me parecen la perfección (y eso que siempre vienen a juego con un bonito viernes trece) Y no me creo que sea tan tarde y que -aún- no tenga fuerzas para levantarme de la cama:
Esta monotonía me está matando..

Es que ¡ ME PARECE INCONCEBIBLE QUE NOS HAYAMOS PERDIDO POR LA PEREZA DE BAJAR LAS ESCALERAS PARA ENCONTRARNOS ! Es que...esta fiebre de viernes noche -metafórica pero literalmente- lleva tu nombre, y no se baja con medicamentos.

Y es tarde en su sentido más extraño...y por la ventana entra demasiada luz como para seguir durmiendo. Necesito que alguien me empuje, que le ponga un motor a mis frenos y que, a golpe de cachetones si hace falta, me levante de la cama y menseñe la vida; que susurre quesbonita... y que se vaya como vino -por eso de tener recuerdos poéticos antes de que se conviertan en amargos...

Al final, todos los días, me hago las mismas preguntas, para acabar levantándome desganada y sin respuestas como al principio: ¡ ESTA MONOTONÍA ME ESTÁ MATANDO ! -grito.
Y nadie me escucha.

Muchas veces no sé de qué narices estoy hablando, a pesar de tener pleno conocimiento de lo que estoy diciendo...esta es una de esas veces. En realidad, es la monotonía de un segundo plano un poco perdido en una vida sin rutina y, mejor que no me explique, porque no lo entenderías. En realidad: nisiquierayolohago, pero te lo susurro rápido y bajito, para que no decaigan mis seguridades y te sigo hablando con ese tono tan de nerd que detestas pero que hace que confíes en mí.

-No me puedo creer que haya pasado tanto tiempo, no. - repito en voz alta. Resistiéndome a creerlo.

Y miro a quien tengo al lado en el momento equivocado, que no sabe de qué hablo, y pienso en lo mucho que me gustaría que fueras tú; que me hubiera gustado echarte de menos mucho antes, mucho antes de que fuera tarde y no hubiera vuelta atrás. Pero no pudo ser.

Me levanto. Salgo -casi corriendo- y sin explicaciones. Me voy.

-....y ya ves, aquí estoy, con el orgullo por el suelo, recogiendo mis pedazos, pegándolos con poco acierto y mucho esfuerzo, aún sin poder aceptar todo el tiempo que ha pasado y que ni tú, ni yo, nos hayamos echado de menos o, al menos, que no lo hayamos dicho. Me parece tan inaceptable, que me niego...

#willcontinue.

domingo, 22 de enero de 2012

LHGH!

Aprendimos un día,
un poco por despiste en algún parque
que alguien dijo eso de que QUIEN TIENE UN AMIGO TIENE UN TESORO
y nos miramos con sorna pero no dijiste nada
-y no hace falta- porque ha tiempo ya de sobra que sabemos
eso de que cuando te callas y te escucho nos decimos todo,
y eso nadie nos lo enseñó.

Que más de un día no quise ni levantarme de la cama
pensé que me reñirías
y porque no me riñeras hasta estudiar
que cuando me dices que estás orgulloso
y hasta cuando lo sé sin que lo digas:
EL MÁS BRUTO DE LOS ESFUERZOS ME PARECE DE GOLOSINA.

Que la vida nos dio un montón de quéseyos y yoquesés
pero que si no los comparto contigo
ni el mismo sentido tiene nada que decir
y que estoy peleada con la vida
y con cualquiera que se me ponga por delante
y me diga la mitad de lo que me dices ;
que sabes que le partiría las piernas al menos pensado
por eso que sigues haciendo y que te permito;
que la locura es hasta romántica y el odio sabe bien
si tú lo apruebas.

Que me enseñaste que no sólo la hierba desinhibe
y que algunos prohibidos importan una mierda,
que hasta la música es más música
y los infinitos cobran más sentido
si tienen que ver contigo;
que el tiempo, el espacio y otros desvaríos del destino
nos pueden colocar a cada uno en una esquina del tablero
pero que cada palabra está grabada a fuego
y los hechos casi que con sangre.

Que hay vidas que enseñan mucho en muy poco tiempo,
y yo de la mía no he aprendido demasiado
pero la tuya demostró que hay que pelear hasta el final
con aplomo de hierro y heridas de barro;
y luego un agua y a la calle
que la vida es NUESTRA.

Que te comas el mundo y no dejes nada
porque es peligroso quedarse con hambre,
y que toques con la punta de los dedos
lo impensable para otros hombres,
que recuerdes, porque yo sé,
que eres un GRANDE
y que aprendimos de los mejores.